Ciudad de México, a 29 de septiembre de 2020.- La temporada 2020 de NASCAR PEAK México Series está por llegar a la mitad del calendario y para ello, Rubén Ortíz está listo para encarar la sexta y séptima ronda tras un regreso complicado a las pistas, teniendo la visita a Querétaro como un objetivo claro en busca de revancha.
Aún bajo diferentes medidas dictadas por el sector sanitario y sin público en las tribunas, Rubén Ortíz está listo para ponerse al mando del auto #57 con el apoyo de Grand Fiesta Americana / Fiesta Inn / One Hoteles, con la posibilidad de mejorar tras tener sus primeras carreras del año en Puebla. Estas sirvieron para encontrar y reparar algunos detalles tras haberse presentado sin la posibilidad de entrenar a causa de la falta de pistas disponibles por la pandemia.
En esta ocasión, el compromiso vuelve a ser doble en la categoría Challenge, compartiendo parrilla con NASCAR PEAK y teniendo como sede el trazado del autódromo Ecocentro, con par de competencias extenuantes pactadas a 70 giros.
“Primero que nada agradecer a Grand Fiesta Americana, Fiesta Inn y One Hoteles, por confiar en mí, en mi proyecto y permitirme estar de nuevo en las pistas con la responsabilidad de ser el portador de su marca. Es para mí un honor y estoy seguro de que este es el principio de algo muy bueno”.
“En el auto hemos trabajado fuerte luego de Puebla. Fue la primera experiencia tras un buen tiempo sin tener acción, así que nos sirvió para preparar la máquina, encontrar esos detalles que no se presentan hasta que estás en competencia y así fue. Ahora llegamos con más confianza, sabiendo lo que podemos mejorar y el reto que representa una fecha doble”, expresó Rubén.
2 y 3 de octubre es la fecha marcada para la carrera seis y siete de NASCAR México Series en la temporada 2020, con Rubén Ortíz a escena a bordo del #57 con el apoyo de Grand Fiesta Americana / Fiesta Inn / One Hoteles, en el autódromo Ecocentro de Querétaro.
